lunes, 14 de mayo de 2012

Ahorrar con el Aire Condicionado


Con la llegada del verano comenzamos a utilizar el aire acondicionado, hacer un mal uso del mismo puede disparar nuestra factura eléctrica a final de mes, pero ¿Utilizamos correctamente el aire acondicionado?

Ante todo es imprescindible dejarse aconsejar por un profesional cualificado sobre el tipo de equipamiento y potencia que mejor responda a nuestras necesidades.



Detallamos a continuación algunas


Recomendaciones se deben seguir para ahorrar energía.

- Compra equipos eficientes.
En el caso de que no dispongas aún de aire acondicionado, el primer paso será la compra del equipo.
Lo más importante es fijarse en la etiqueta energética. Los aparatos con etiquetado clase A son los más adecuados, consumiendo hasta un 50 % menos que los demás.
Ceñirse a la potencia estricta que se necesita, ya que instalar aparatos más potentes es sinónimo de derroche.

- Calcula el espacio.
Calcular cuántos equipos se deberán instalar de acuerdo a la cantidad de metros cuadrados que se deseen enfriar. No debemos pretender que un solo aparato de aire refrigere varias estancias, porque de esa forma sólo consumiremos más electricidad y un mayor desgaste del equipo.

- Apagar el equipo.
Se trata de una costumbre elemental que muchos olvidan. No se debe dejar encendido el aparato si  se sale de casa o la oficina. El equipo enfría con rapidez y además sus efectos perduran.
Se deben apagar un rato antes de acostarse para un mayor ahorro.
Algunos equipos de última tecnología tienen mecanismos de ahorro energético que detectan si no hay nadie en las habitaciones, desactivándose automáticamente.

- Regular la temperatura.
Regular adecuadamente la temperatura de la estancia, manteniéndola entre los 22º y los 25ºC.
Según aumente la humedad, será necesario reducir la temperatura para mantener la misma sensación térmica. La temperatura recomendada en los meses de verano es de 25º C.
Una diferencia con la temperatura exterior de más de 12º C no es saludable y, además, por cada grado que disminuya la temperatura el aparato consumirá entre un 6% y un 8% más de energía.

La mayoría de los resfriados que se achacan al aire acondicionado se deben, o bien a que se utilizan temperaturas demasiado bajas, o a un diseño defectuoso en el sistema de distribución de aire frío.
La temperatura de salida del aire debe estar entre 10 y 15º C, por lo que las lamas de la rejilla deben orientarse de forma que el aire se difunda por toda la estancia y no directamente sobre los ocupantes.

- Aíslar adecuadamente la casa o la oficina
Para evitar las pérdidas de energía, es útil aislar adecuadamente la casa, sobre todo teniendo especial cuidado en las aberturas.
Otro punto importante es utilizar toldos, cortinas y persianas que puedan reducir el calentamiento de la vivienda, impidiendo que la radiación directa del sol llegue al equipo. El consumo de energía puede reducirse hasta en un 30 % si se evita la entrada excesiva de calor. Se debe colocar el aire acondicionado lejos de fuentes de calor como las bombillas o los electrodomésticos.

- La importancia de ventilar.
Ventilar en las primeras horas de la mañana y en la noche, cuando las temperaturas exteriores son más frescas. De igual modo, evitar abrir frecuentemente puertas y ventanas en la estancia en la que esté funcionando el equipo.

- Limpiar y revisar regularmente el equipo.
Los filtros de los aparatos de aire acondicionado suelen obstruirse con el polvo y la suciedad de todos los días, mermando considerablemente su rendimiento. Es importante limpiarlos una vez cada dos semanas, o una vez al mes como mínimo, a fin de reducir el consumo.
Es conveniente una revisión periódica de los equipos de aire acondicionado. Si nota que su equipo empieza a proporcionarle menos frío puede ser síntoma de una avería o una fuga de refrigerante.

- Calcular la humedad.
Además de la temperatura, es importante regular correctamente los valores de la humedad, éstos deben situarse entre el 40% y el 60%.

El uso de colores claros en techos y paredes exteriores reflejan la radiación solar y, por tanto, evitan el calentamiento de los espacios interiores.

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