El Parlamento Europeo ha anunciado que los negociadores del Parlamento y del Consejo llegaron a un acuerdo provisional el pasado 14 de junio en lo que se refiere a la propuesta de directiva de eficiencia energética.
Según el acuerdo, los Estados miembros fijarán los objetivos indicativos nacionales para ahorrar energía también de formas específicas como en la renovación de edificios y estipulando la importancia concreta del ahorro de energía para ser ejecutado por empresas de servicios públicos.
Según el eurodiputado que lideró las negociaciones, Claude Turmes, el acuerdo dará un impulso a la economía de Europa y ayudará a alcanzar más seguridad energética y los objetivos climáticos.
Turmes también destacó que la nueva legislación sobre eficiencia energética establece medidas obligatorias, que supondrán de manera significativa la reducción de la brecha actual a la que la UE se enfrenta en el cumplimiento de su promesa de reducir el consumo de energía un 20% para el año 2020.
En marzo de 2012, la Comisión de Industria, Investigación y Energía aprobó el establecimiento de objetivos vinculantes y rigurosos para 2020 en relación a la eficiencia energética.
La Directiva establece medidas comunes para garantizar que la UE logre su objetivo principal de reducción del consumo de energía en un 20% para el 2020. Cada Estado miembro establecerá cada tres años, en 2014, 2017 y 2020. La Comisión Europea tendría que evaluar, en junio de 2014, los progresos realizados. No obstante, la propia Comisión ha reconocido que si solo se aplican los requisitos mínimos previstos en la Directiva, el ahorro será únicamente del 17%.
Además, entre otras cosas, con la nueva directiva las compañías cubiertas bajo el ámbito de la misma tendrían que alcanzar el objetivo de ahorro energético de uso acumulado final de energía para el año 2020.
Este objetivo tendría que ser al menos equivalente a la consecución de nuevos ahorros, cada año, desde 2014 hasta 2020, del 1,5% de las ventas anuales de energía a clientes finales por volumen, con un promedio durante el último período de tres años antes desde que la Directiva tenga efecto.
Además, todas las grandes empresas tendrían que someterse a una auditoría energética. Por otro lado, los eurodiputados también han propuesto el establecimiento de líneas de financiación para las medidas de eficiencia energética.
Los Estados miembros deben facilitar el establecimiento de estas infraestructuras o el uso de las ya existentes. El texto acordado provisionalmente aún necesita ser aprobado por el Consejo y el Parlamento Europeo en su conjunto.
Fuente: www.elinstaladordigital.com
Ahora habrá que esperar a que se apruebe el Real Decreto definitivo que estamos esperando en España.
ResponderEliminarA ver si entre todos nos damos cuenta de los grandes beneficios que supone promover las actuaciones encaminadas al ahorro energético.